Publicado por Salvador García Llanos en García en blog. La foto es de Sergei Tokmakov.

Cada vez más manejamos el concepto ‘teletrabajo’. Demostrado que las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) se han convertido en un soporte esencial de las corporaciones y empresas para hacerse más competitivas y productivas y probado que, dentro de ellas, el teletrabajo es una opción muy atractiva para determinar el alcance, el rendimiento y el porvenir laboral, se trata ahora de estimular el quehacer de los profesionales de alto nivel que generen una alta cuota de valor en los servicios que prestan a sus clientes, minimizando los costes que ello implica. Pero también de explorar su desarrollo en el ámbito turístico, con una denominación propia, por cierto: los nómadas digitales. Los destinos deberían ya estar preparándose para captar esa nueva modalidad, más allá del sol y playa, del cultural o del gastronómico. Tanto en Europa como en Estados Unidos, tras las dudas iniciales, el teletrabajo empieza a ser atractivo, casi hasta causar furor.

Y es que va implantándose en la sociedad de nuestros días, esa que intenta reponerse a las consecuencias del coronavirus y normalizar la situación. La pandemia, en efecto, ha repercutido de forma tal que el teletrabajo esté siendo aceptada casi como una obligación para aquellos profesionales que pod´`ian desempeñar sus funciones en remoto.

¿Desde dónde mejor?, es la pregunta que se hacen los estudiosos de esta nueva realidad sociolaboral. Si bien el teletrabajo convivirá con el trabajo presencial, hay sectores profesionales y personales que pueden teletrabajr un alto porcentaje del tiempo: se cita a los gigantes de la telecomunicación Google, Facebook, Amazon o Microsoft como firmas que tienen a gran parte de su plantel teletrabajando y prevén que así seguirá siendo durante gran parte del presente año.

Algunos datos concretos, extraídos de un estudio recientemente publicado, permiten verificarlo:

  • 1 de cada 4 estadounidenses trabajará de forma remota en 2021, y para 2025, 36,2 millones de norteamericanos trabajarán de forma remota (un 87% más que antes de la pandemia), según extracto de la investigación hecho por Upwork.
  • El 40% de los trabajadores europeos realiza sus obligaciones profesionales en remoto a tiempo completo, frente a un 15% que lo hacía antes de la pandemia, tal y como apunta un informe del Joint Research Centre de la Comisión Europea (CE).
  • Un 76% de las PYMEs españolas considera que mantendrá el teletrabajo tras la crisis, según una encuesta elaborada por la plataforma digital de teletrabajo Fiverr.

Para los profesionales, si ya no es una obligación acudir a sus centros de trabajo, se abre la posibilidad de cambiar su lugar de residencia, de manera transitoria o definitiva. Movidos por su deseo de volver a su lugar de origen, por salir de una gran ciudad, por disfrutar de un clima más benigno, en definitiva, por ganar calidad de vida, son muchos los que se plantean teletrabajar lejos de su habitual lugar de residencia.

Ya hay países, ciudades o territorios, como La Gomera, que empiezan a promover acciones y destinar incentivos para atraer a este tipo de profesionales. Es verdad que hasta ahora no han sido articulados programas específicos pero cuando se habla de que los sectores público y privado están condenados a entenderse, esta cuestión es una de las que deben estudiar con más pragmatismo. La iniciativa de aprobar una ley que favorezca exenciones fiscales para teletrabajadores que se asienten en el país ya está tardando.

La Comunidad Autónoma de Canarias tiene en marcha algunas campañas promocionales. Entre ellas, desde 2016 es la sede de Nomad City, un congreso anual en el que se aboga por convertir a las islas en un paraíso para el teletrabajo. Recientemente, ha conseguido que miembros de Wifi Tribe  se hayan convertido en embajadores de las Islas Canarias para la comunidad mundial de trabajadores remotos. Con este tipo de acciones han conseguido que las dos capitales de provincia canarias hayan sido incluidas entre los 10 mejores destinos del mundo para el trabajo remoto en nomadist.com, el sitio web líder a nivel internacional para trabajadores remotos.

Este tipo de destinos ya recibe el nombre de ‘poblaciones Zoom’ (‘Zoom towns’), lugares que han ido encontrando una alternativa al vacío o la desocupación a medida que despega el trabajo en remoto. Con ella se contribuye a la reactivación y la diversificación de su productividad económica.

Lo dicho: una opción atractiva y potencialmente provechosa. Hay que esmerarse para adelantarse, incursionarla y captarla.