Galerías: Tradicionalmente, en Canarias, sobre todo en las islas occidentales, desde finales del siglo XIX comenzaron a perforarse de manera artesanal, en aquellos puntos en que había evidencia de la existencia de agua subterránea; es decir, en las áreas en que ya existían manantiales naturales. Las aguas infiltradas a lo largo del tiempo, procedentes de la lluvia se acumulan en el subsuelo creando una zona saturada llamada acuífero general. Mediante una perforación ligeramente inclinada, la galería tiene como finalidad alcanzar el acuífero y extraer el líquido, que saldrá por gravedad.

Pozos:  Son perforaciones verticales, en general de forma cilíndrica y de diámetro mucho menor que la profundidad.

 A diferencia de las galerías, que alumbran preferentemente aguas almacenadas, es decir, reservas, los pozos pretenden explotar recursos renovables, aguas que de otro modo se hubieran desaprovechado.

En algunos casos existen infraestructuras que combinan ambos tipos de perforaciones. Esto es habitual en la isla de El Hierro, en donde hay pozos con galerías de fondo y galerías en trancada.

En el Puerto de la Cruz, también tenemos estas infraestructuras:

Sólo recordar que el agua es un recurso escaso y que no debemos, ni podemos, malgastarlo